La investigación, del Instituto de Neurociencia Cognitiva, puso a prueba a un total de 158 voluntarios de entre 18 y 71 años mediante un juego que consistía en arrastrar hacia izquierda o derecha 12 círculos numerados en una tablet.
También para la mitad de las pruebas los científicos usaron su propia memoria para recordar, mientras que para la otra mitad de las pruebas pudieron configurar recordatorios en el móvil, realizando esta prueba en 16 ocasiones, como recoge Medscape.
Con estas pruebas, lo que se consiguió discernir es que los dispositivos digitales pueden ayudar a las personas a almacenar información y recordarla más tarde, lo cual ayuda a «liberar memoria» y, por tanto, tener mayor capacidad para recordar otra información menos importante.
Por ejemplo, las personas tienden a apuntar en su móvil mediante recordatorios, alarmas o notas diferentes fechas, citas médicas o la lista de la compra, lo que libera su mente de esta información, dejando espacio libre para poder recordar otras cosas.
«Descubrimos que cuando a las personas se les permitía usar una memoria externa, el dispositivo les ayudaba a recordar la información que habían guardado en él, explican los científicos.
Para los autores, las herramientas de memoria externa funcionan, por lo que, lejos de causar «demencia digital», el uso de un dispositivo de memoria externa ayuda a las personas a recordar la información guardada en el dispositivo, pero también puede mejorar la memoria respecto a la información que nunca se guardó.
mem/alb