Durante el cierre de las actividades por el décimo día de Muharram (conocido por Ashura, conmemoración musulmana), Nasrallah ratificó la posición de no aceptar el saqueo de la riqueza nacional y llamó a estar preparados para todas las posibilidades.
El líder de Hizbulah reiteró que la Resistencia islámica libanesa toma en serio el expediente de la demarcación marítima y espera en los próximos días las respuestas de Israel sobre las demandas de la nación.
Al dirigirse a Tel Aviv, Nasrallah subrayó que «Líbano y su gente ya no aceptarán el saqueo de su riqueza” y pidió a Israel no cometer ningún error, pues la resistencia es más fuerte que nunca.
Recalcó que cualquier ataque contra un ser humano en Líbano no quedará impune y repudió el continuo asedio a la soberanía nacional y la imposición de sanciones contra la voluntad del país.
En sus palabras, la máxima figura de Hizbulah significó que el criterio para la humanidad, el honor y el arabismo hoy lo representa la posición sobre Palestina y en ese sentido, destacó la lucha de su pueblo en Naplusa y Gaza frente a la ocupación.
“Apreciamos a los mártires y a los combatientes de la resistencia en Palestina que siempre luchan con una constancia legendaria y renovamos nuestro compromiso, como lo hicimos hace 40 años, con esta causa sagrada”, puntualizó.
Nasrallah revalidó su apoyo a la resistencia de Yemen y Siria, a la vez que convocó a las fuerzas de Iraq a trabajar para resolver las diferencias y salvar al pueblo.
En otro contexto, el líder de la Resistencia libanesa exigió la formación de un gobierno real en Líbano con plenos poderes para asumir las responsabilidades en medio de la crisis actual.
La procesión central de Ashura en los suburbios del sur de Beirut marcó el fin de las actividades por la máxima expresión de la conmemoración chiita que simboliza la batalla eterna entre el bien y el mal como tributo a Hussein representante de los valores más auténticos del islam en cuanto a la disposición de sacrificarse en defensa de la justicia humana.
mem/yma