“La situación en torno a la planta se vuelve cada vez más peligrosa. Solo gracias a las acciones de los empleados de la central y de los militares rusos que garantizan la protección de la instalación fue posible evitar un desastre”, manifestó la diplomática en declaraciones publicadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
En ese contexto, Zajárova señaló que, apuntando su artillería contra los reactores activos y el almacén de combustible usado, «los ucranianos están apuntándose a sí mismos».
Argumentó que asesinatos desde una esquina y al amparo de la noche es el ‘modus operandi’ característico de actuación de las fuerzas ucranianas, a la cual catalogó como seguidores de la ideología del colaborador nazi Stepán Bandera, algo conocido por Moscú desde tiempos de la Gran Guerra Patria.
“Pero ahora eligieron como objetivo no solo a los pueblos de Rusia y Ucrania. Toman de hecho como rehén a toda Europa», recalcó la vocera.
Las autoridades de la ciudad de Energodar, donde está ubicada la planta atómica, denunciaron el pasado domingo que militares ucranianos lanzaron un nuevo ataque contra la central nuclear de Zaporozhie.
En concreto, precisaron que el bombardeo se llevó a cabo con un proyectil de racimo de 220 milímetros del sistema de lanzacohetes múltiple Uragán, cuyos elementos de metralla impactaron contra la zona donde se almacena el combustible nuclear usado.
Igualmente, denunciaron daños a un puesto automotizado de control radiológico y estructuras administrativas.
Por su parte, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, declaró tras los sucesos que la institución está «extremadamente preocupada» por los ataques registrados cerca de la central, al mismo tiempo advirtió que el riesgo de una posible catástrofe nuclear es «muy real».
Grossi llamó a las partes del conflicto a ejercer la máxima moderación en las proximidades de esta importante instalación nuclear y condenó cualquier acto violento llevado a cabo en la central, en sus alrededores o contra su personal.
En ese sentido, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, declaró la víspera que las acciones de Ucrania contra la central nuclear de Zaporozhie, amenazan con «consecuencias catastróficas para un vasto territorio», incluida Europa.
El vocero refirió que las ofensivas contra la instalación son «una actividad potencial y extremadamente peligrosa», mientras expresó la esperanza de que los países que disponen de «la influencia absoluta sobre el liderazgo ucraniano» la usen para excluir este tipo de ataques. mem/odf