Miembros de la Coordinadora General de Estudiantes de la Universidad San Carlos, el Comité de Unidad Campesina, la Asamblea Social y Popular y del Comité de Desarrollo Campesino, lideran esta vez las acciones como cierre de las marchas y bloqueos iniciados el día 9 desde los territorios para exigir la renuncia de Alejandro Giammattei.
Desde horas de la mañana, las distintas fuerzas partieron rumbo a puntos previstos en la convocatoria, entre ellos, Corte Suprema de Justicia, el Congreso y Casa Presidencial, hasta desembocar en la icónica Plaza de la Constitución.
Como el martes último, las demandas apuntan a poner fin a la cooptación del Estado, la persecución de operadores de justicia, defensores de derechos humanos y periodistas, así como en contra de una iniciativa de ley en el Congreso para acallar la protesta.
«Mientras más engordan los corruptos, más falco está el pueblo», «Vamos a la calle, No nos callarán», «Hagamos el paro», «Todos contra la corrupción», «El fraude se cae» y «Paremos la dictadura», son las consignas en las mantas de quienes apoyan la movilización, pese a la lluvia en las últimas horas.
A su paso por importantes arterias capitalinas, llamaron a la ciudadanía a sumarse a esta lucha, que es de todos, según la Asamblea Social y Popular, la cual justificó la salida a las calles para pedir la libertad de los presos políticos, de defensores de derechos humanos, de los territorios, pueblos indígenas y de la libertad de expresión.
Por su parte, otra de las organizaciones indígenas presentes, la Waqib´Kej, expresó que «han sido los pueblos originarios quienes han sostenido la producción de alimentos y sobre sus hombros carga el olvido y el racismo de todo un régimen dictatorial, colonial, militar y la indiferencia de las poblaciones urbanas».
En el caso de los estudiantes sancarlistas, en el orden de los dos mil, de acuerdo con los organizadores, denuncian el fraude electoral que llevó de facto a la rectoría a Walter Mazariegos, a quien no reconocen.
Ellos defienden la autonomía universitaria y el derecho a la educación de la única casa de estudios pública del país, razón por la cual mantienen tomadas desde hace meses varias sedes en esta capital y en otros departamentos como medida de presión contra Mazariegos y sus seguidores con el fin de buscar repetir el proceso.
El martes último, los territorios protagonizaron bloqueos y marchas en 11 tramos carreteros importantes en momentos de duras críticas hacia la gestión de Giammattei y su gabinete y el Congreso por sus leyes impopulares.
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