El proyecto de la compañía Open IA, fundada en 2015 por Elon Musk y Sam Altman, toma su nombre del robot del filme Wall-e y pintor español Salvador Dalí, en tanto posee la capacidad de llevar al lienzo los deseos del usuario.
Como un pincel con vida propia, que interpreta las descripciones en el ordenador, Dall-e crea imágenes realistas y obras de arte a partir del lenguaje, e incluso, su nueva versión, permite imitar estilos característicos de artistas emblemáticos, como Andy Warhol, Pablo Picasso o Dalí, explica la compañía.
Asimismo, el sistema que actualmente transita la fase de implementación beta, reinterpreta cuadros existentes y edita imágenes sin romper con la estética de la obra, en una fusión singular entre arte y Photoshop.
Para acceder a esta tecnología los interesados deben registrarse en la plataforma, altamente cotizada, mientras se adentran en el debate polémico entre la autenticidad del arte generado por computadoras, los derechos de autor, el factor humano en las piezas creadas, la veracidad de las imágenes editadas, entre otros asuntos.
En aras de aclarar algunos puntos del debate, los creadores estipularon que los usuarios deben “indicar claramente que las imágenes son generadas a través de la Inteligencia Artificial, y que debe atribuir su creación a Open AI cuando las comparta, tanto en un contexto público como en el privado».
De igual forma, el diseño de Dall-e impide generar contenido violento, sexual o que incite al odio, al tiempo que limita la creación realista de rostros concretos, especialmente de figuras públicas.
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