Un hombre, de 35 años, fue condenado en Turquía en 2013 y 2016 por múltiples cargos de uso indebido de tarjetas bancarias y de crédito, con una sentencia combinada de 14 años de prisión.
Desde finales del año pasado, el acusado estuvo bajo arresto en Suecia en relación con el caso de deportación.
Él mismo niega su culpabilidad y afirma que el motivo principal de la persecución es su conversión del Islam al cristianismo, así como el hecho de que se negó a servir en el Ejército y su madre es kurda.
Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia de Suecia dictaminó, en una decisión del 25 de julio, que no existían obstáculos para la extradición del hombre y nada indicaba que estuviera en riesgo de persecución en Turquía, por lo cual Gobierno decidió deportarlo.
La entrega será la primera desde que Turquía exigió la extradición de varias personas como condición para la ratificación de la candidatura de Suecia para ser miembro de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN)
Suecia y Finlandia solicitaron el 18 de mayo unirse a la alianza, pero Turquía bloqueó de inmediato el proceso de entrada, al exigir a estos países condiciones políticas y levantar la prohibición sobre el suministro de armas a la nación.
El 28 de junio, en Madrid, se realizaron conversaciones entre los presidentes turco, Recep Tayyip Erdogan; y el finlandés, Sauli Niinistö; la primera ministra sueca, Magdalena Andersson; y el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg.
De acuerdo con la base de sus resultados, se firmó un memorando que permite a Estocolmo y Helsinki unirse al bloque militar.
Según el líder turco, se cumplieron todas las demandas de Ankara, pero también indicó que Suecia se comprometió a extraditar a 73 personas involucradas en actividades, consideradas en su país como terroristas.
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