El recinto debe estar bien equipado, y reinar la paz, la tranquilidad, nada de exceso de adrenalina y el trabajo tiene que ser coordinado, subrayó Zambosco durante la primera jornada del Taller nacional de actualización en el manejo del recién nacido pretérmino extremo y crítico en el contexto de la Covid–19.
En 20 años la neonatología cambió mucho, y hoy debemos realizar maniobras que no se practicaban en el pasado, dijo Zambosco en su intervención en el capitalino hotel Copacabana, en presencia de representantes del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.
Al referirse a los niños que nacen bajo de peso puntualizó que estos deben ser estimulados con oxígeno bajo.
Sobre la intubación explicó que no siempre procede, pues algunos no lo requieren, pero el equipo tiene que estar bien entrenado para aplicar un soporte de respiración adecuado.
No debe faltar nunca el mezclador de oxígeno, saturometros, sondas de aspiración, nanómetros de presión y todo esto debe chequearse sistemáticamente, todos los días, y alguien debe ser designado para hacerlo, señaló.
En la sala de parto son imprescibles los medicamentos de emergencia, y estos no pueden estar vencidos por lo que hay que revisarlos a diario, indicó Zambosco.
Toda opinión –dijo el experto del país sufamericano- cuenta a la hora de tomar cualquier decisión.
En las acciones para salvar un recienacido prematuro de tenerse en cuenta los detalles sobre el embarazo de la mujer, un proceso que se denomina anticipación al nacimiento.
Recomendó que las salas de parto deben estar bien calefactadas o climatizadas, y por encima de todo evitar que el bebé prematuro sufra de hipotermia. Por lo que no deben faltar calentadores y humidificadores.
Zambosco resaltó la importancia de evitar procederes invasivos para no provocar daños en el organismo, ni el cerebro. Es vital un enfoque más suave, menos agresivo para estos casos.
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