Las autoridades dicen que los ataques parecían una ejecución “estilo cártel” y no fueron al azar, según el canal CNN.
Otros reportes indicaron que las primeras pesquisas relacionan la masacre con el tráfico ilegal de drogas.
“Creemos que hay al menos dos sospechosos y que no se trata de un acto de violencia al azar. Parece que esta familia era el objetivo y hay asociaciones de pandillas involucradas, así como posibles investigaciones de droga”, precisó a la prensa el sheriff del condado de Tulare, Mike Boudreaux.
El pasado lunes la policía respondió a una llamada debido a disparos durante la madrugada y llegó a la vivienda donde tuvo lugar la matanza.
Los agentes encontraron dos cadáveres que estaban en la calle y uno en la entrada de la casa donde ocurrió el tiroteo, detalló Boudreaux.
La madre y el niño recibieron balas en la cabeza, y entre las víctimas había un hombre herido que fue llevado al hospital, pero luego murió.
De acuerdo con el sheriff, la vivienda fue objeto de una orden de registro la semana pasada, en la cual encontraron armas, marihuana y metanfetamina.
En lo que va de 2023 en Estados Unidos hubo 31 tiroteos masivos y mil 961 personas murieron por la violencia con armas de fuego, de acuerdo con la organización Gun Violence Archive.
En solo 17 días, en este país fallecieron 16 niños menores de 11 años debido a disparos.
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