A través de un comunicado, la autoridad subrayó que la nación está en una encrucijada y sugirió el reconocimiento de la realidad y las profundas crisis para aplicar las medidas requeridas a fin de evitar la caída en un abismo.
“Nuestros problemas son demasiado grandes para ser salvados por otros, pero con las acciones correctas y con la ayuda de la comunidad internacional, podemos dar los primeros pasos en el camino hacia la recuperación”, insistió.
El funcionario aclaró que cualquier retraso con las reformas, no solo exacerbará la crisis, sino que también aumentará el tiempo necesario para salir de ella y en ese sentido, llamó a no subestimar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Al- Shami consideró que la aprobación de la ley de reformas al secreto bancario por parte del Parlamento constituye un paso en la dirección correcta, al tiempo que lamentó la lentitud en la autorización del presupuesto de 2022, para pasar a la elaboración del plan del venidero año.
El viceprimer ministro puntualizó que el presupuesto de este año fue elaborado sobre la base del tipo de cambio de 20 mil libras libanesas por cada dólar estadounidense y “cualquier ajuste debe responder a la tasa actual”, señaló.
Reconoció que las propuestas contemplan elevar el valor del dólar aplicado a las aduanas, lo que despojará paulatinamente al presupuesto de la obtención de ingresos necesarios para mejorar las condiciones de los trabajadores del sector público y aumentar el gasto en sectores sociales e infraestructura.
Al abordar el proyecto de Ley de Control del Capital, Al- Shami, expresó que llegó el momento de aprobar la normativa con el objetivo de establecer restricciones a las transferencias y retiros para preservar las reservas de divisas remanentes y mejorar la situación de la balanza de pagos.
Remarcó que otro asunto a cumplir sin dilatación lo constituye la auditoría a los activos extranjeros del Banco de Líbano, así como la unificación y liberalización del tipo de cambio para reflejar el estado de los mercados, la oferta y la demanda.
En el comunicado, el vicejefe del gabinete interino subrayó que no todas las experiencias de los países con el FMI han sido exitosas, porque las autoridades pertinentes no hicieron lo correcto y ante grandes crisis resulta prudente “tomar decisiones audaces, difíciles y soportar la carga y sus consecuencias».
La autoridad recalcó que a pesar de los problemas todavía se puede sacar al país de su profunda crisis, alejados de disputas y políticas sectarias en beneficio del interés nacional.
De acuerdo con reportes de Naciones Unidas, inflación del 890 por ciento, salario mínimo mensual menor a 25 dólares, devaluación de la moneda, altos precios en los artículos básicos y 2,2 millones de personas necesitadas de alimentos reflejan el agravamiento de las condiciones de vida de los libaneses.
Por otra parte, el Banco Mundial estima que el Producto Interno Bruto real en Líbano se contraiga otro 6,5 por ciento en 2022, tras una caída del 10,5 y el 21,4 en 2021 y 2020, respectivamente.
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