Medios opositores difundieron imágenes de las manifestaciones que tuvieron lugar en varias localidades como Azaz al-Bab, Efrin y Mastouma en las provincias nororientales de Alepo e Idlib, bajo control del llamado “Ejército Nacional” que opera bajo órdenes de Ankara.
Los indignados quemaron banderas turcas y gritaron consignas que llaman a los militares otomanos a abandonar el país.
El canciller turco reveló por primera vez el pasado jueves que sostuvo una charla con su homólogo sirio, Faisal al-Mekdad, durante la reunión ministerial de los Estados miembros del Movimiento No Alineados celebrada en octubre del año pasado en Belgrado, después de 11 años de ruptura en las relaciones.
Hay que hacer que el gobierno y la oposición en Siria se reconcilien, de lo contrario no habrá una paz duradera, dijo el jefe de la diplomacia turca, cuyo país es de 2011 uno de los más destacados partidarios de la oposición política, militar y diplomática.
Estas declaraciones no recibieron aún ninguna respuesta oficial de Damasco, pero académicos y analistas progubernamentales minimizaron su importancia y descartaron un contacto entre los funcionarios de los dos gobiernos sobre una eventual salida de las tropas turcas de Siria.
Ankara apostó por el bando equivocado al formar, entrenar y armas a bandas extremistas que al final apuntarán en contra su propio patrocinador, aseguraron.
Desde 2018, los militares de Turquía controlan extensas áreas en las provincias de Idlib, Alepo, Raqa y Hasakeh, y esta presencia fue condenada por Damasco y calificada de ocupación que viola el Derecho Internacional.
oda/fm