De acuerdo con el Ministerio de Defensa, barcos de la Marina Real detectaron e interceptaron ayer 14 botes con al menos 607 migrantes que se dirigían hacia la costa sur de Inglaterra.
Aunque todos los desembarcos de la víspera fueron controlados, la llegada de este nuevo grupo elevaría a más de 20 mil el número de personas que utilizaron esa vía para intentar entrar al Reino Unido en lo que va de 2022.
Ese acumulado duplica la cantidad de migrantes detectados en igual periodo del año pasado, que a la postre cerró con un récord de 28 mil 526 arribos.
El aumento inusitado en la llegada de personas que se aventuran a cruzar el estrecho que separa a la costa sur de Inglaterra del norte de Francia se produce a contrapelo de las amenazas del gobierno conservador británico de deportar a Ruanda a todos los que ingresen de esa forma al Reino Unido.
El plan diseñado por Londres como parte de una controvertida reforma del sistema de inmigración contempla que los migrantes deberán permanecer en campamentos construidos por las autoridades ruandesas mientras se tramitan sus solicitudes de asilo.
Diversas organizaciones benéficas, humanitarias y religiosas británicas, además de diputados opositores y del propio Partido Conservador se oponen a las deportaciones, por considerarlas ilegales y violatorias de los derechos humanos de los solicitantes de asilo.
En junio pasado, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos impidió el despegue del primer vuelo con migrantes a Ruanda, pero tanto Rishi Sunak como Liz Truss, los dos candidatos conservadores que pugnan por reemplazar al dimitente primer ministro Boris Johnson se comprometieron a seguir adelante con el programa de deportaciones.
oda/nm
