Según la cadena pública BBC, Starmer tiene previsto llamar al ente regulador de la energía -Ofgem, por sus siglas en inglés- que mantenga para el invierno el mismo tope de precio anual vigente desde abril pasado, cuando autorizó a las empresas proveedoras cobrar hasta mil 971 libras esterlinas (casi dos mil 400 dólares) por el servicio.
Pese a que ese límite representó un alza del 54 por ciento con respecto al anterior, se prevé que a partir del 1 de octubre la tarifa energética anual suba a tres mil 628 libras (cuatro mil 400 dólares) y a más de seis mil 400 dólares para mediados del año próximo.
Aunque se desconoce la forma en que los laboristas financiarían su programa para aliviar el costo de la vida, en un artículo publicado la víspera en el diario Mirror, Starmer dijo que de llegar al poder reduciría las tarifas e impondría un impuesto a las compañías petroleras y gasíferas que obtienen beneficios enormes.
El líder laborista también afirmó en su cuenta de Twitter que el Reino Unido merece un gobierno que tome en serio la crisis, pero los Tories (conservadores), dijo, están demasiado ocupados luchando entre ellos para darse cuenta.
El Ejecutivo conservador encabezado por el dimitente primer ministro Boris Johnson anunció un paquete multimillonario para ayudar a los hogares de menos ingresos a lidiar con la crisis, pero el propio gobernante admitió el viernes pasado que la compensación resulta insuficiente.
Johnson, quien está siendo presionado para que tome más medidas para reducir el costo de la vida, reiteró que esa tarea le corresponderá al candidato que gane el concurso interno de liderazgo que disputan el exministro de Hacienda Rishi Sunak y la canciller Liz Truss.
El nuevo líder del Partido Conservador y primer ministro británico será escogido por los 160 mil afiliados a la organización mediante el voto postal y su nombre se conocerá el 5 de septiembre.
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