De acuerdo con el diario Global Times, en demarcaciones como Anhui (oriente), las centrales Hubei y Henan, y Guizhou y Chongqing (suroeste) muchos poblados comenzaron a construir represas para acumular agua, luego que bajaron drásticamente los niveles de los torrentes.
La situación obstaculiza el suministro del preciado líquido a los habitantes y al mismo tiempo constituye un golpe para la agricultura, pues esos territorios son algunos de los principales productores de alimentos del país.
Por ejemplo, la sequía en siete ríos y una reserva de Chongqing afecta a 276 mil personas y a 82 mil 400 cabezas de ganado, pero además obligó a cerrar las cataratas en el sitio turístico de Chishui Danxia.
El Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales envió especialistas y equipos a las regiones agobiadas –en su mayoría asentadas a orillas del río Yangtsé- para implementar medidas de mitigación al fenómeno y asegurar las cosechas de otoño.
Cifras oficiales indican que China experimenta su verano más cálido desde 1961 y las altas temperaturas pueden extenderse por otras dos semanas.
El servicio meteorológico lleva cuatro días consecutivos emitiendo la alerta roja porque los termómetros llegaron hasta los 42 grados en partes de Xinjiang, Shaanxi, Shanxi, Hebei, Shandong, Henan, Anhui, Jiangsu, Shanghái, Hubei, Hunan, Jiangxi, Zhejiang, Fujian, Sichuan, Chongqing, Guizhou, Guangxi y Guangdong.
La situación conllevó a varias ciudades a preparar los refugios de guerra con aire acondicionado para las actividades recreativas de la población y amenaza el rendimiento de los cultivos, la crianza de ganado y la estabilidad del sistema electro-energético.
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