Los intensos ataques de los militares de Ankara y de los grupos armados locales que operan bajo su mando contra la ciudad de Derbassieh y las localidades a su alrededor en el norte de la provincia de Hasakeh obligaron miles de civiles a dejar sus hogares y dirigirse hacia zonas seguras en el sur, detallaron las fuentes.
Estas acciones hostiles ocasionaron daños materiales en las viviendas y los bienes de los civiles, mientras algunos poblados quedaron casi vacíos de sus habitantes por temor a más bombardeos.
El ejército turco escaló sus acciones tras las declaraciones del presidente Recep Tayyip Erdoğan, en la que confirmó la intención de su país de controlar una franja fronteriza de 30 kilómetros de profundidad en territorio sirio, con el argumento de eliminar la amenaza de las milicias kurdas.
Desde 2018, los militares de la nación euroasiática y agrupaciones armadas ilegales lograron mediante tres operaciones denominadas Ramo de Olivo, Fuente de Paz y Escudo del Éufrates controlar extensas áreas en las provincias de Idlib, Alepo, Raqa y Hasakeh.
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