Antes de que se cumplieran 24 horas de la implementación de la medida, un enfrentamiento armado entre miembros de bandas delictivas terminó con al menos tres fallecidos.
Según versión extraoficial de las autoridades, la balacera obedeció a la pugna por territorio para controlar actividades ilícitas.
El detonante del estado de excepción fue una explosión registrada en el barrio Cristo del Consuelo, mientras que el segundo hecho ocurrió en Flor de Bastión.
De acuerdo con el decreto que estableció la medida, la declaratoria se hizo ante el «incremento de las actividades de grupos de delincuencia organizada cuya violencia y prácticas se han recrudecido».
La disposición está vigente en Guayaquil, Durán y Samborondón debido a la elevada presencia del crimen organizado y de conflictos entre grupos delictivos y facciones en esas localidades.
Bajo el estado de excepción, que durará 30 días, queda suspendido el ejercicio de libertad de asociación y reunión, la inviolabilidad de domicilio y la inviolabilidad de la correspondencia.
Esas limitaciones facultan a los miembros de la fuerza del orden para impedir y desarticular reuniones en espacios públicos que atenten contra el orden y la seguridad.
Asimismo, les permite realizar inspecciones y requisas en viviendas e inmuebles, a fin de hallar espacios de almacenamiento de drogas, armas y explosivos, así como para desarticular estructuras de delincuencia organizada.
Datos oficiales revelan que del 1 de enero último hasta la víspera, Ecuador cuantifica dos mil 571 muertes violentas, de las cuales 866 ocurrieron en Guayas, provincia donde se ubica Guayaquil.
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