La víspera al aspirante frustrado, el líder opositor Raila Odinga, salió de su mutismo para impugnar el anuncio de la Comisión Electoral Independiente (CEI) que certificó la victoria del vicepresidente William Ruto por estrecho margen inferior a un punto porcentual.
Los resultados anunciados por la CEI son nulos e inválidos, dijo a la prensa Odinga quien calificó la decisión del ente electoral de “burla y descarada desobediencia de la Constitución y la leyes kenianas”.
Las alegaciones de Odinga, aspirante a la presidencia keniana adquirieron veracidad después que cuatro miembros de la CEI, incluida la vicepresidenta, calificaron los resultados de “opacos” denunciaron “presiones durante el conteo de las boletas” y sugirieron al derrotado acudir a los tribunales.
Ruto, de su lado, afirmó que enfrentará cualquier impugnación judicial “porque creemos en el estado de derecho”.
La victoria de Ruto resultó sorpresiva pues durante el proceso de conteo de votos Odinga ocupó el primer lugar en la preferencia de los electores hasta el día anterior al anuncio, cuando la situación dio un sorpresivo giro de 180 grados.
Además, Odinga contó con el respaldo del presidente saliente, Uhuru Kenyatta, quien lo apoyó en detrimento de Ruto, su vicepresidente, correligionario y miembro de la misma etnia, los mayoritarios kikuyu, factor decisivo en la política keniana excepto en esta ocasión.
De momento la colisión entre ambos hombres tiene carácter de escaramuza verbal, aunque está omnipresente la posibilidad de que trascienda ese marco y pase a las calles, como 2007, cuando más de mil de manifestantes murieron en protestas poselectorales, y 2018, ocasión en que el balance de muertos superó el centenar.
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