Testigos indicaron que la potente explosión tuvo como objetivo la mezquita de Siddiquiya, en el barrio de Khair Khanna, al norte de Kabul, y que destrozó las ventanas de los edificios cercanos.
La actualización sobre las víctimas la ofreció el portavoz de los servicios de seguridad de Kabul, Jalid Zadran.
El vocero del Talibán, Zabihulá Mujahid, condenó enérgicamente lo ocurrido y prometió que los responsables de tales crímenes serían «pronto capturados y castigados» por estos «atroces actos.
También el expresidente afgano, Hamid Karzai, a través de su cuenta de Twitter mostró su rechazo por los hechos que calificó como «crimen contra la humanidad» y «contrario a todos los valores humanos y del islam».
Hasta el momento ninguna organización terrorista se atribuyó la autoría del atentado.
Afganistán es testigo de ataques regulares por parte de grupos armados, muchos de ellos reivindicados por una filial del grupo terrorista ISIL conocida como Estado Islámico en la provincia de Jorasán, ISKP (ISIS-K), en los últimos meses.
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