Los fondos respaldarán la reparación de la infraestructura pública y las mil 517 casas dañadas, la reubicación de los seis mil 245 damnificados y la búsqueda de las 16 personas aun desaparecidas.
Según las autoridades locales, las riadas de este jueves fueron más destructivas en el condado de Datong porque el suelo está sobresaturado y junto al agua se desplazó desde las montañas una gran cantidad de lodo, rocas y piedras.
Los sedimentos sólidos causaron el desborde de ríos y, como consecuencia, destrozaron al menos dos edificios completos, otras viviendas, varias carreteras y puentes.
En las últimas horas, los rescatistas hallaron con vida a 20 personas y buscan a los demás desaparecidos.
Las riadas ocurrieron al amanecer luego de horas de aguaceros torrenciales y el gobierno local movilizó a más de dos mil profesionales y 160 vehículos en las operaciones de búsqueda y rescate.
China tiene bajo alerta a Beijing, Tianjin, Hebei, Shanxi, Mongolia Interior, Liaoning, Heilongjiang, Shaanxi y Gansu –todas en el norte-porque las lluvias pueden desencadenar inundaciones, torrentes de montaña y deslaves.
Al mismo tiempo afronta la peor sequía en décadas en provincias del centro-sur con múltiples ríos secos, incluido muchas secciones del Yangtsé, el más largo del país y Asia.
Ese fenómeno afecta a millones de personas y amenaza tanto a los cultivos de otoño como el rendimiento del ganado, el servicio electroenergético y el turismo.
Demarcaciones como Anhui y Hubei recurren a la siembra de nubes, mientras el Gobierno empezó con la descarga controlada de agua en los cursos altos y medios del Yangtsé para garantizar el suministro del líquido a los territorios ubicados más abajo.
La municipalidad de Chongqing es una de las más golpeadas por temperaturas de hasta 44 grados Celsius, la falta de precipitaciones y la sequía en el Yangtsé, y su situación se complicó desde el miércoles con dos incendios en un área urbana.
mem/ymr