El Departamento de Educación (DepEd) del país asiático reveló al diario The Manila Times que inicialmente solo el 90 por ciento de los centros educativos tendrán clases presenciales, mil se encuentran en la modalidad a distancia y otros combinan los dos sistemas.
Sin embargo, antes del dos de noviembre todas las escuelas deben funcionar con la asistencia de los estudiantes a las aulas, agregó el ente oficial.
Actualmente, precisó el DepEd, existen locales en reparación por graves daños sufridos durante contingencias naturales como tifones y terremotos.
La agencia gubernamental aprovechó para recordar la importancia del cumplimiento por los alumnos de las medidas anti-Covid como usar mascarillas, lavarse las manos con frecuencia y mantener el distanciamiento físico.
Además, reconoció que el cierre prolongado de escuelas, junto a otros factores, dio como resultado una pobreza de aprendizaje en el país, con niños de 10 años de edad sin habilidades de lectura y comprensión de textos simples.
El representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Oyunsaikhan Dendevnorov, celebró la decisión de Filipinas como una oportunidad para mejorar y trazar el camino hacia una educación efectiva, equitativa y resiliente.
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