Al igual que anoche, los anuncios y carteles lumínicos a lo largo del ícono río Huangpu este martes no se encenderán y permitirán así a la municipalidad disminuir el consumo energético en medio del verano más cálido en décadas que vive el país.
Aparte de Shanghái, otros territorios de China recurren a esta medida y también al cese de las labores en las fábricas para aligerar la presión en el sistema electroenergético que provocan las altas temperaturas y la sequía.
La suroccidental provincia de Sichuan fue una de las primeras en detener la producción y reservar el servicio a la población, pues sus hidroeléctricas no pueden operar por la drástica disminución en el caudal de los ríos.
Actualmente China afronta la peor sequía en décadas en provincias del centro-sur que afecta a millones de personas y amenaza tanto a los cultivos de otoño como el rendimiento del ganado, la generación de energía y el turismo.
Al mismo tiempo está atenta a regiones del norte porque los aguaceros torrenciales pueden desencadenar inundaciones, torrentes de montaña y deslaves.
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