Tal idea fue planteada en marzo y será llevada al Consejo Técnico del Campeonato Brasileño de 2023.
«Creo que solo con una sanción deportiva impuesta directamente al club el racismo y los prejuicios dejarán el fútbol. Ya no hay lugar para el racista en el siglo XXI», indicó Rodrigues en un seminario de combate al flagelo en la disciplina, en la sede de la CBF.
Precisó que quiere debatir con los clubes y estar atento a la necesidad de investigación de posibles fraudes.
En tal sentido, por ejemplo, la posibilidad de que un aficionado de determinado club se infiltre en la multitud rival para generar a este el castigo.
Alejandro Domínguez, que comanda la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol), también asistió y fue uno más en ir al púlpito.
El seminario contó además con la presencia de los técnicos de las selecciones principales, Adenor Leonardo Bachi (Tite, masculino) y Pia Sundhage (femenino), y del presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, así como de representantes de clubes y federaciones.
Grandes nombres de la cultura brasileña, como el cantautor Gilberto Gil y Antônio Pitanga, estuvieron asimismo en el lugar.
Durante la jornada, diferentes mesas debatirán el prejuicio en el fútbol bajo diferentes ópticas: punitivas, cultural y los datos oficiales sobre tal.
El primer panel tuvo como uno de los discursantes a Marcelo Carvalho, director ejecutivo del Observatorio de la Discriminación Racial en el Fútbol.
Según ese órgano, casos de racismo hasta agosto en los estadios nacionales igualaron en cifras todos los registrados en 2021, con 64.
Desde que los expedientes de agravio racial en ese deporte comenzaron a ser contabilizados en 2014 por el observatorio, se reconocieron 399 acusaciones.
Respecto al tema, el timonel de la Conmebol denunció que el racismo y la violencia aparecen entre las amenazas más comprometidas que el fútbol enfrenta a nivel mundial y consideró decisiva la batalla contra esos flagelos.
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