Ese tema fue uno de los puntos de la entrevista telefónica entre el presidente egipcio, Abdel Fattah El Sisi, y el primer ministro británico, Boris Johnson, celebrada la víspera.
De forma paralela, la ministra de Medio Ambiente, Yasmine Fouad, dialogó a través de una videoconferencia con Mary Robinson, titular del grupo The Elders, una organización no gubernamental fundada por Nelson Mandela que funge como asesora de la ONU.
Según un comunicado de la cartera, ambas partes llamaron a incrementar la financiación internacional para enfrentar el flagelo.
Al respecto, Fouad enfatizó la necesidad de un mayor aporte monetario de las naciones desarrolladas.
Por su parte, el canciller egipcio y presidente designado de la COP27, Sameh Shoukry, intercambió criterios sobre el tema con el ministro danés de Clima, Energía y Servicios Públicos, Dan Jannik Jorgensen.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Ahmed Hafez, precisó que durante el encuentro los dos funcionarios coincidieron en la necesidad de impulsar una agenda climática a nivel global.
A principios de junio, Fouad anunció que esta nación presentará varias iniciativas relacionadas con alimentos, agua y energía durante la nueva cumbre internacional.
Egipto lanzó en mayo su Estrategia Nacional para el Cambio Climático 2050 con el objetivo de abordar las repercusiones de ese flagelo.
Impulsar el crecimiento económico sostenible al reducir las emisiones de gases contaminantes en diversos sectores mediante un mayor uso de fuentes de energía verde y mitigar el impacto negativo en la salud de las personas son elementos clave en el plan.
En un reciente mensaje, El Sisi afirmó que la COP27 es una oportunidad para mostrar la unidad contra la amenaza existencial de ese problema global.
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