Organizado por primera vez en más de 50 años, el evento reunirá a defensores de la nutrición y la lucha contra el hambre, empresas de alimentos, gobiernos locales y estatales, académicos, activistas de todos los ámbitos, así como comunidades tribales y territoriales.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre dijo que en la conferencia se dará a conocer una estrategia nacional en la que se definirán las acciones que adoptará la administración de Joe Biden para acabar con el hambre y reducir las enfermedades relacionadas con la nutrición para el año 2030.
El objetivo, significó, es presentar el plan gubernamental para combatir el hambre y mejorar la nutrición de las personas, una problemática que se se convirtió en prioridad después de la pandemia de la Covid-19 porque se exacerbaron aún más los desafíos.
Jean-Pierre precisó que millones de estadounidenses se ven afectados por la inseguridad alimentaria y las enfermedades relacionadas con la nutrición, incluidas las enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes tipo 2, que se encuentran entre las principales causas de muerte y discapacidad en Estados Unidos.
La cita fue convocada justamente cuando el mundo atraviesa dificultades alimentarias derivadas de distintos factores, como el impacto ambiental en la producción estadounidense de maíz y el encarecimiento de la importación de granos desde Ucrania.
En junio pasado, la Oficina de Estadísticas Laborales indicó que durante el último año los precios de los alimentos aumentaron un 12,2 por ciento, por lo que la inflación alcanzó un máximo de 40 años llegando al 9,1 por ciento, mientras que en julio fue del 8,5, reporte que incluyó también a los combustibles y productos de consumo.
No obstante, Washington ha gastado más de 54 mil millones de dólares en respaldo militar y económico a Ucrania, ante el conflicto con Rusia.
Además, aprobó una reforma en materia de medio ambiente, sistema de salud y cobro de impuestos para combatir la inflación, sin embargo representa un incremento de 20 mil millones de dólares en gravámenes adicionales para la clase media.
Uno de los principales factores para la inseguridad alimentaria en el mundo son las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea contra la producción de granos de Rusia, en tanto la inflación también está relacionada con las restricciones occidentales a los combustibles rusos, y por consiguiente al impacto en el traslado de mercancías y alimentos.
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