En una ceremonia en el Salón Simón Bolívar del Palacio de Gobierno, el presidente Nicolás Maduro dio la bienvenida vestido de blanco al diplomático de la nación vecina, Armando Benedetti, con quien departió brevemente con evidentes muestras de felicidad.
Durante el diálogo sostenido, los interlocutores departieron sobre la urgencia de retomar los lazos de amistad de manera organizada, para que el proceso de restablecimiento sea un éxito.
Con un fuerte apretón de manos, en reivindicación de la unidad soñada por los próceres, e intercambios de regalos, Maduro y Benedetti propiciaron el reencuentro entre Caracas y Bogotá.
El jefe de Estado de la República Bolivariana obsequió al diplomático un cuadro de Simón Bolívar y en reciprocidad recibió del embajador un sombrero vueltiao, típico de las sabanas del Caribe colombiano.
Horas más temprano, el ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Carlos Faría, recibió las copias de estilo del nuevo embajador colombiano “con la esperanza cimentada en volver a levantar las banderas de la solidaridad, paz y entendimiento”, escribió en Twitter.
La llegada aquí del recién nombrado embajador por el presidente colombiano, Gustavo Petro, abre un nuevo capítulo en la historia de relaciones entre las dos naciones vecinas, que interrumpieron sus relaciones políticas y diplomáticas en febrero de 2019.
La decisión del presidente Nicolás Maduro obedeció a la agresividad del entonces mandatario Iván Duque (2018-2022) contra la República Bolivariana y su pueblo, apoyada por Estados Unidos y sectores de la oposición nacional.
Con la asunción de Petro al poder y el ambiente de distención entre Caracas y Bogotá, el jefe de Estado venezolano nombró el pasado 11 de agosto a Félix Plasencia como su embajador en Colombia.
Ambos gobernantes expresaron en fechas recientes la voluntad de transitar por el camino del diálogo y la concordia, y avanzar seguros hacia la paz entre dos pueblos hermanos.
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