Sin tener en cuenta a voces reacias a este proyecto, la Comisión legislativa a cargo del tema le dio luz verde ayer y podría estar en la agenda semanal a definir este martes en reunión de jefes de Bloques.
Diversos sectores consideran que poner bajo el mando del Ministerio de Ambiente a todas las entidades afines concentraría poder y funciones administrativas, técnicas y financieras.
A la larga, estiman, limitaría la participación ciudadana, la fiscalización y la transparencia en el manejo de los recursos.
Si bien en semanas atrás, los diputados integrantes de la sala acordaron emitir dictamen desfavorable debido a las críticas, ahora uno de los mayores riesgos es que prevalezcan criterios políticos y no técnicos en los asuntos ambientales.
En opinión de Luis Fernando Pineda, quien emitió su voto en contra, la propuesta promovida por la presidenta del Congreso, Shirley Rivera, pretende «cooptar a las instituciones que han tenido que ver con la rectoría ambiental del país para someterlas a las discrecionalidades del ministro de turno».
Su aprobación, detalló, llevaría al cierre del Consejo Nacional de Áreas Protegidas y la Oficina de Control de Áreas de Reservas del Estado, entidades que velan por los lagos de Atitlán, Amatitlán, Izabal-Río Dulce y Peten Itzá, entre otros.
La cartera está hoy bajo el mando de Mario Rojas, hermano del diputado Aníbal Rojas, afín al partido en el poder.
Después de archivar la semana pasada la Ley contra Ciberdelitos, debido a su rechazo generalizado, y detener el avance de la iniciativa de ley 6076, llamada aquí antiprotestas, el Congreso estaría a las puertas de un nuevo pulso, recordaron analistas.
Para Mario Antonio Sandoval, se trata de un nuevo ataque contra el país y el ambiente está en peligro.
«Con la iniciativa 6054 quiere pasarle al inútil Ministerio de Ambiente todo el trabajo hecho en beneficio del ambiente por numerosas entidades académicas, privadas», alertó en su columna Catalejo del diario Prensa Libre.
Pronto, la aplanadora oficialista lo convertirá en ley y pondrá en peligro bosques, áreas protegidas, riberas de ríos y lagos, siembras industriales. Imperará la discrecionalidad y ello garantizará la corrupción, al poder manejar fondos estatales, quitar multas, autorizar contratos y permisos, vaticinó Sandoval.
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