En un acto de graduación de los ahora militares, celebrado en las últimas horas, el presidente sursudanés, Salva Kiir, instó a dichos contingentes de coalición a abstenerse de pertenecer a ningún partido político o grupo étnico.
Ante los nuevos uniformados, el mandatario también expresó que los integrantes de las fuerzas unificadas formarán parte del Ejército nacional, la policía y otras fuerzas de seguridad.
Las tropas gubernamentales tienen entre sus funciones defender a este país de las agresiones externas, en tanto la Seguridad Nacional está para recoger información de inteligencia con el objetivo de que no haya ningún peligro contra Sudán del Sur, señaló.
Tras llamar a integrantes de grupos rebeldes a que participen en la aplicación del proceso de paz en curso, el gobernante expresó que su Ejecutivo quiere desarmar a los civiles para combatir la violencia intercomunitaria, erradicar el robo de ganado y mejorar la seguridad local, entre otros fines.
El mencionado pacto de paz revitalizado, suscrito hace más de dos años por el Gobierno y sectores opositores, exige que las partes formen y gradúen una fuerza unificada de 83 mil efectivos para encargarse de la seguridad durante el periodo de transición.
Tal proceso conciliatorio, el cual presenta retrasos, tiene como países garantes a Sudán y Uganda.
Luego de que lograra la independencia en julio de 2011, Sudán del Sur sufrió una devastadora guerra civil en la que murieron miles de personas, ya que las facciones enfrentadas se dividieron por líneas étnicas.
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