La reunión, presidida por el primer ministro designado, Najib Miqati, consideró de compleja la situación actual en las administraciones estatales ante la preocupación de proporcionar un ingreso digno a los trabajadores para la continuación de las labores en las instituciones del país.
De acuerdo con el titular interino de Obras Públicas y Transporte, Ali Hamiyeh, el venidero lunes en la sesión del comité el ministro de Finanzas detallará cuáles son los ingresos en el erario y en base a lo cual aprobará la metodología y la nueva visión hasta finales de 2022.
Actualmente, empleados de la empresa de servicios de datos, Internet y banda ancha Ogero, del Sindicato de Ingenieros en Beirut, de las compañías de celulares Alfa y Touch y los jueces paralizaron sus labores hasta que las autoridades corrijan los salarios.
Durante los meses de junio y julio pasados, el alto costo de los artículos de primera necesidad, el combustible y medicamentos como consecuencia del agravamiento de la crisis económica y financiera impulsó a los empleados estatales al paro de sus funciones desde junio pasado.
La aprobación de una serie de medidas del Gobierno en funciones disminuyó la intensidad de la huelga y de manera paulatina volvieron a retomar el trabajo bajo el reclamo de una respuesta justa a los problemas de convivencia, económicos, financieros y la política oficial de indiferencia.
Salario mínimo mensual menor a 25 dólares, devaluación de la moneda nacional y cerca de 2,2 millones de personas necesitadas de alimentos ejemplifican las dificultades de los libaneses, de acuerdo con entidades especializadas de Naciones Unidas.
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