Esta semana el vicepresidente sectorial de Economía, Tareck El Aissami, denunció ante la prensa el escandaloso caso de corrupción, que incriminan al prófugo de la justicia y extitular de Pdvsa, Rafael Ramírez.
El también ministro de Petróleo detalló que fueron efectuados 28 pagos sustraídos al patrimonio nacional que salieron de la “mente perversa y muy corrupta” de Ramírez, y de otros funcionarios.
Subrayó que se trata de una de las tramas de corrupción más grave que compromete el patrimonio de Venezuela, a través de la estatal petrolera.
Solicitamos al Ministerio Público una investigación profunda, exhaustiva y orden de captura internacional contra el exalto funcionario, principal responsable de la trama ilícita, además de otros ciudadanos cómplices del robo contra esa industria, dijo.
Mencionó entre ellos a un viceministro de Pdvsa, “uno de los secuaces de Rafael Ramírez”, apuntó.
El vicepresidente sectorial señaló que el dinero sustraído fue transferido a Leopoldo Alejandro Betancourt, a quien tildó de “bandido y ladrón”, y que es pariente del renombrado opositor Leopoldo López, y luego se repartieron el dinero.
En su denuncia, El Aissami dijo que Ramírez era un traidor porque no solo traicionó al pueblo, sino también la confianza que depositó en él el comandante Hugo Chávez.
La operación se perpetró en el último año de vida del líder de la Revolución Bolivariana, cuando atendía su grave enfermedad, y en un momento que “aún nos duele”, subrayó.
Horas después de la denuncia de El Aissami, en su cuenta en Twitter el Fiscal General William Saab anunció la captura del ciudadano Víctor Aular, quien llegó a ocupar el cargo de vicepresidente de Finanzas “durante la delictiva gestión de Rafael Ramírez”, entonces ministro de Energía y Petróleo de Venezuela.
Saab apuntó que “dicho sujeto suscribió el contrato de préstamo con la Administradora Atlantic».
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