Sentadas de los docentes frente al Ministerio de Finanzas en esta capital y en las localidades sureñas de Sidón, Tiro y Jezzine exigieron corregir los salarios en el sector para enfrentar el alto costo del transporte, hospitalización, medicamentos y electricidad.
El jefe de la Asociación de Educación Secundaria y Profesional, Said Bou Francis, llamó a parlamentarios, políticos y funcionarios a tomar la iniciativa y dejar a un lado consignas y discursos para recuperar la confianza en la enseñanza educativa.
El dirigente pidió aumentar la asignación de transporte en proporción al precio de la gasolina, asegurar medicamentos y activar la farmacia de los empleados del Estado sin aumentar la carga financiera, así como elevar el valor de las subvenciones educativas y apoyar los fondos de los institutos vocacionales y técnicos.
Por su parte, el secretario de la Asociación de Educación Básica del Sur, Qassem Matar, destacó que las huelgas pueden aumentar en los próximos días y provocar el aplazamiento de la renovación de las matrículas y la docencia.
Matar subrayó que el profesor hoy está en peligro existencial, pues ya no puede enseñar y sus hijos están sin comida ni vestido y, en ese sentido, expresó que los sueldos continúan en libras libanesas mientras todas las transacciones del país se dolarizaron.
En este sentido, el secretario de la Asociación de Educación Secundaria, Haider Khalifa, manifestó que este año no abrirán las escuelas “sin tener normas claras y un mecanismo de trabajo, el principal de los cuales es la corrección de salarios y la entrega de incentivos prometidos desde el año pasado”.
Ante este panorama, la Comisión de Educación del Partido Socialista Progresista enfatizó la necesidad de preservar la escuela pública como un edificio nacional integral y un refugio para las clases pobres.
Mediante un comunicado, la fuerza política pidió mejorar las condiciones económicas y sociales de los maestros, atender sus demandas de mejora de sueldos y subsidio de transporte para sentar las bases del lanzamiento del año escolar.
A su vez, convocó a hacer justicia a los contratistas pagando sus cuotas atrasadas y emitir un nuevo decreto para este curso docente que señale un aumento en el bono de horas lectivas en proporción al incremento del precio.
El presidente libanés, Michel Aoun, reconoció las dificultades económicas y convocó a abordar la situación bajo la perspectiva de la educación como un derecho sagrado que todos deben brindar a los estudiantes sin sobrecargar a las familias.
Ausencia de un Gobierno, inicio del plazo constitucional hacia la elección del nuevo presidente de la república y huelga de los empleados públicos complejizan la implementación de una estrategia de recuperación en Líbano para enfrentar el peor colapso de su época moderna.
mgt/yma