En declaraciones a la prensa tras un Consejo de Defensa centrado en la crisis energética, la funcionaria reiteró el objetivo gubernamental de reducir en un 10 por ciento el consumo de electricidad y gas.
Sin embargo, precisó que no se pedirá a las empresas una disminución de la producción o de sus actividades.
Europa prevé un desafiante panorama energético para el otoño y el invierno, con precios de los servicios que se dispararán, escenario derivado del conflicto en Ucrania y de las sanciones impuestas por occidente a Rusia.
Pannier-Runacher subrayó que la sobriedad es el camino para evitar cortes de electricidad y gas.
Asimismo, adelantó la adopción de medidas de vigilancia contra el derroche, las cuales calificó de indispensables. Respecto a la situación del gas en Francia, aseguró que el país cuenta con sus reservas al 92 por ciento.
París afirma estar mejor que otras naciones europeas en el contexto del enfrentamiento económico con Rusia, ya que solo recibe un nueve por ciento de suministro de gas desde ese país.
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