Según la Presidencia, el objetivo del encuentro es la preparación ante las diferentes situaciones que pudieran producirse durante el otoño y el invierno con los servicios de electricidad y gas.
El conflicto en Ucrania y el efecto bumerán en Europa de las sanciones impuestas por occidente a Rusia representan un tenso panorama, agravado en suelo galo por la salida de servicio de varios reactores nucleares por problemas de corrosión.
En los últimos días, figuras del Gobierno han manejado la posibilidad de cortes de electricidad y gas como resultado, con la promesa de evitar al máximo las interrupciones a la población.
También mencionaron el aumento en los precios de esos servicios y las medidas para reducir su impacto en los bolsillos de los franceses, que ya lidian desde hace meses con una inflación inédita en décadas, situada desde mayo por encima de un cinco por ciento.
Esta semana, la ministra para la Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, reiteró el llamado a las empresas y la población a ahorrar electricidad y gas.
La funcionaria insistió en la sobriedad energética reclamada en julio por el presidente Macron, y en particular demandó la disminución de un 10 por ciento del consumo.
Si nos organizamos para reducir nuestro consumo de electricidad y gas, podremos pasar mejor el invierno, incluso si la temperatura es más fría que la vaticinada, dijo a la cadena France Inter.
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