El hecho sucedió mientras la gente se reunió para ofrecer la oración del viernes, entre tanto, otras 23 personas resultaron heridas, según las autoridades.
La Misión de las Naciones Unidas en Afganistán condenó el atentado y exigió el cese de los continuos ataques contra los afganos y sus lugares de culto.
La Organización de Cooperación Islámica (OCI) también deploró la explosión y a través de su Secretaría General señaló en un comunicado su preocupación por los atentados y las explosiones en varias provincias del país, que afectan la seguridad y la paz social del pueblo afgano.
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