Se exceptúan aquellos lugares donde todavía hay ciudadanos esperando para ejercer su derecho al sufragio, que por ley deben ser atendidos. En la región de Magallanes, que tiene una hora de diferencia respecto al resto del país, las mesas cerraron antes y se realiza ya el escrutinio de los votos.
La jornada se caracterizó por una gran afluencia de electores, en un evento que es de participación obligatoria debido a la trascendencia de su resultado para la vida política y social del país.
A pesar de la elevada asistencia de votantes, la rapidez del proceso impidió las aglomeraciones en el interior de los recintos.
Durante un recorrido por la ciudad de Santiago algunas personas expresaron a esta agencia su satisfacción por la reubicación de los colegios, de tal manera que estuvieran lo más cerca posible de sus domicilios.
Una vez finalizada la votación comienza el conteo de las papeletas y, según el Servicio Electoral, a eso de las 20:00 horas debe tenerse una tendencia confiable sobre los resultados.
No obstante, la mayoría de analistas y dirigentes políticos consideraron que más allá de quién sea el ganador, esta fue una jornada histórica para la democracia chilena.
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