Los contratos de referencia europeos, negociados en la plataforma holandesa TTF, cerraron la sesión con una subida del 11,8 por ciento, hasta 240 euros por megawatio-hora (MWh), pero a media jornada alcanzaron los 346 euros.
Mientras, los futuros de noviembre (dos meses) y diciembre (tres meses) cotizaron con prima en torno a los 250 euros.
La subida de este lunes colocó los precios en la zona de récords alcanzada en agosto, luego del retroceso sostenido de la semana previa cuando el valor del gas cayó alrededor de un 40 por ciento, hasta los 214 euros.
Según expertos, el temor al desabastecimiento domina la negociación de un mercado cada vez menos líquido por los altos precios que están expulsando a los compradores.
La noticia sobre la detección de una avería en la turbina Trent 60 de la estación de compresión Portovaya en Nord Stream 1 acentuó esta realidad, en tanto extendió la parada de mantenimiento por tiempo indefinido y prolongó el corte de los suministros hacia Europa.
Este gasoducto, que se extiende bajo el mar Báltico hasta Alemania, suministra normalmente un tercio del gas que Rusia envía a Europa, pero ya funcionaba al 20 por ciento de su capacidad antes de que se interrumpieran los flujos.
Mientras, el gas ruso que se suministra a través de Ucrania, otra ruta importante, también se redujo, y Europa busca suministros alternativos para rellenar las instalaciones de almacenamiento de gas.
El aumento de los precios de este año afectó fuertemente a los consumidores y obligó a algunas industrias a detener la producción. En paralelo, crecen los temores de escasez y racionamiento de gas este invierno.
En ese contexto, los ministros de Energía de los países de la Unión Europea se reunirán el 9 de septiembre para debatir las opciones destinadas a frenar la subida de los precios de la energía, entre las que se encuentran la limitación del precio del gas y las líneas de crédito de emergencia.
ro/att