La cantidad de nuevos permisos de establecimientos pasó de 237 a 577. En el mismo período, la cifra de personas físicas con registro de coleccionista, tirador y cazador (CACs) saltó de 117 mil 467 a 515 mil 253, una subida del 338 por ciento.
El Ejército es el responsable de fiscalizar el comercio de armas y municiones en el gigante suramericano. CACs es el órgano que fiscaliza los registros y sus existencias por medio del Sistema de Gestión Militar de Armas.
Demás civiles que desean tener armamento necesitan hacer la solicitud a la Policía Federal por el Sistema Nacional de Armas.
En 2002, el Ejército solo concedió 12 registros para tiendas de armas. De ese calendario a 2021, el aumento de nuevos registros fue de cuatro mil 708 por ciento.
La mayor parte de los permisos concedidos, entre 2002 y junio de 2022, están en los estados de Rio Grande do Sul, seguido por Sao Paulo y Santa Catarina.
Estadísticas del Ejército hasta abril también muestran que el país posee mil 877 clubes de tiro en funcionamiento. La mayor parte está en Sao Paulo (254), Paraná (225) y Rio Grande do Sul (224).
Según Bruno Langeani, gerente de proyectos del Instituto Sou da Paz, la serie histórica, de 2002 a 2021, refleja que cualquier cambio de regulación tiene un efecto percibido en la cantidad de establecimientos concedidos.
«Ese crecimiento, comenzando a partir de 2017 de forma más significativa, dialoga con cambios realizados en el gobierno del expresidente Michel Temer», puntualiza.
En 2017, esa administración editó decretos y ordenanzas que modificaron las reglas de control de artefactos de guerra en el país, como el aumento de tres a cinco años del registro de armas de fuego.
Profesor e investigador del Núcleo de Estudios sobre Violencia y Seguridad, Welliton Caixeta afirma que el gobierno del mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro adoptó una política deliberada de flexibilización del acceso a las armas de fuego y municiones por la población.
Ese relajamiento lo que generó, por ejemplo, un aumento en la cantidad de instrumentos agresivos registrados por CACs.
Dígitos del Ejército compilados por los institutos Sou da Paz e Igarapé muestran que, en 2018, el acervo de CACs estaba compuesto por 350,6 mil armas y que, en julio de este año, la cantidad saltó para un millón seis mil 725, un crecimiento de 187 por ciento.
Caixeta alerta que más armamentos en circulación impactan en la seguridad pública, amenazando la integridad de todos.
«Es el Estado lavándose las manos. (…) Diversas investigaciones nacionales e internacionales señalan que más armas en circulación no implican mayor seguridad», subraya.
mv/ocs