La directiva, al ver al equipo al borde de los puestos de descenso, sin conocer la victoria tras cinco jornadas, cerró el contrato al técnico de 53 años, quien llegó en enero de 2019 a las filas del conjunto boloñés por segunda vez.
Mihajlovic, exdefensa que alcanzó fama en el Estrella Roja de Belgrado y pasó a equipos de esta país, comenzó su carrera como primer entrenador en el Bolonia en 2008 y fue destituido primeramente en 2009.
Su carrera estuvo marcada por su enfermedad, una leucemia que superó en un inicio durante 2019, pero que se reprodujo a finales de la temporada pasada, lo cual llevó a la recuperación lejos del banquillo.
El serbio volvió a dirigir un partido desde el césped algo más de un mes después de ingresado en el hospital, justo para la recta final del campeonato.
Su mejor puesto en la tabla fue el décimo, obtenido en el primer año de su segunda etapa, en 2019.
El italiano Luca Vigiani, entrenador del filial, tomará las riendas del primer equipo a la espera de un nuevo técnico.
Medios locales de prensa apuntan como posible sucesor al brasileño nacionalizado italiano Thiago Motta, aunque también señalan las opciones del nacional Claudio Ranieri y del portugués Paulo Sousa.
Motta, quien entrenó a las categorías inferiores del PSG durante 2018-19 y al Genova tan solo dos meses, quedó fuera del Spezia el 28 de junio pasado tras solo una campaña al frente del conjunto y con contrato en vigor hasta 2024.
El exmedio del Barcelona, Atlético de Madrid, Inter o PSG arribó en 2021, en la que era la segunda zafra del combinado en la máxima categoría, y cumplió el objetivo al acabar en decimosexto lugar.
La idea del Spezia, empero, era contar con alguien más experimentado en el banquillo y designó al transalpino Luca Gotti, exentrenador de Udinese entre octubre de 2019 y diciembre de ese año.
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