El evento se extenderá hasta el día 12 en la ciudad de Yinchuan, capital de esa región autónoma, con el auspicio del gobierno local, los ministerios de Agricultura, Cultura y Turismo, y otras entidades del país.
La agenda incluye un segmento virtual, la promoción de las variedades obtenidas en la zona, el tercer foro sino-francés y una competencia para definir los mejores productos participantes, además de otras actividades.
Entre los propósitos de la cita, está posicionarse como una plataforma para fortalecer los intercambios y la cooperación de empresas nacionales y extranjeras, publicitar el progreso continuo de la industria vinícola de China y su contribución a la continua revitalización rural.
En la ceremonia de apertura intervinieron funcionarios del país y también representantes de entidades foráneas como la Organización Internacional de la Viña y el Vino, el Concurso Mundial de Bruselas y la Organización Mundial del Enoturismo.
El programa de los próximos días contempla la presentación de informes sobre el comportamiento del sector y la firma de acuerdos entre las compañías asistentes.
Ningxia Hui en los últimos años ganó el calificativo de “Paraíso” del buen vino en China, gracias a que el esfuerzo de empresarios locales unido al impulso del Gobierno, transformó una tierra árida y rocosa en terreno fértil para viñedos.
El principal polo de la industria es la ladera este de las montañas Helan, pródiga en las condiciones necesarias del clima y el suelo para el crecimiento de distintos tipos de uvas.
En 2013 dicha zona fue incluida en el atlas global de los vinos y su ascenso lo acompañan más de mil reconocimientos internacionales a decenas de marcas salidas de sus bodegas.
De acuerdo con estadísticas oficiales, Ningxia Hui produce más de 130 millones de botellas del líquido al año y el valor de sus exportaciones a 40 países supera los 28 mil millones de yuanes (más de cuatro mil millones de dólares).
Es uno los 10 destinos del mundo más prometedores del enoturismo, un listado donde figuran las zonas Maipo (Chile), Wairarapa (Nueva Zelanda), Quebéc (Canadá) y Yamanashi (Japón).
Además, corporaciones como Moët Hennessy-Louis Vuitton y Pernod Ricard Group se asentaron en sus tierras para producir vino.
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