La parada de las tropas y otras fuerzas, como la policía, regresó a la conmemoración en Brasilia y Río de Janeiro tras ser suspendida en 2020 y 2021 por la pandemia de Covid-19.
Como era de esperar, el jefe del Ejecutivo, otrora capitán del Ejército, llenó su podio de empresarios y militares, entre ellos el general Walter Braga Netto, el vice en su dupla de reelección en el sufragio del 2 de octubre, y el ministro de Defensa, Paulo Sérgio Oliveira.
También llamó la atención la ausencia de representantes de los otros poderes. No asistieron los titulares Rodrigo Pacheco, del Senado, Arthur Lira, de la Cámara de Diputados, y Luiz Fux, del Supremo Tribunal Federal. Todos fueron invitados a la ceremonia, pero declinaron asistir.
En una red social, Pacheco señaló que las conmemoraciones del 7 de septiembre «necesitan ser pacíficas, respetuosas y celebrar el amor a la patria, a la democracia y al Estado de Derecho».
Minutos después de encabezar la cabalgata castrense en esta capital, Bolsonaro se dirigió a partidarios reunidos cerca de la Explanada de los Ministerios, donde pidió apoyo ante las urnas para permanecer otros cuatro años en el Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo).
«La voluntad del pueblo se hará presente el 2 de octubre. Votemos todos, convenzamos a los que piensan diferente a nosotros, convenzamos de lo que es mejor para nuestro Brasil», afirmó.
Una vez más con verbo agresivo, repitió que el mal gobernó el país durante 14 años (2003-2017), en evidente referencia a las administraciones del Partido de los Trabajadores (PT) de los expresidentes Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva.
«El pueblo está de nuestro lado. La gente está del lado del bien. La gente sabe lo que quiere», señaló.
Más tarde, el mandatario de tendencia ultraderechista asistió a otro desfile militar en el paseo de la playa de Copacabana, en Río, ciudad cuartel para acciones de sus partidarios.
Desde un camión con sonido, Bolsonaro, abanderado del Partido Liberal, atacó a gobiernos de izquierda en la región y otra vez a Lula, postulante presidencial del PT y favorito para ganar nuevamente el poder.
Analistas aseguran que, pese a cumplirse este miércoles una fecha simbólica para la historia nacional, quedó secuestrada de forma electoral por un exparacaídista.
El príncipe portugués y primer emperador de Brasil, Don Pedro I (calificado de Libertador y Padre del gigante suramericano), fue el encargado de proclamar el 7 de septiembre de 1822 el Día de la Independencia en márgenes del río Ipiranga, en Sao Paulo.
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