Al intercambiar con el presidente de la República, Michel Aoun, el diputado aseguró que el mes de septiembre será decisivo y si resulta que Israel continúa obstinado y no quiere un acuerdo, hay otras opciones para Líbano.
Bou Saab reconoció que el regreso de Hochstein a Beirut a fines de esta semana no significa la solución final de la disputa, al calificar el expediente de espinoso y complejo.
En este sentido, el vicetitular del órgano legislativo subrayó que las negociaciones avanzan en la dirección correcta y el retorno del mediador estadounidense será precedido por visitas que realizará a las capitales europeas y a Tel Aviv.
Hochstein arribará a Beirut por tercera oportunidad desde el reinicio de las conversaciones en junio pasado y en anteriores reuniones, las máximas autoridades de Líbano fijaron sus derechos sobre el campo de Qana, una zona rica en petróleo y gas en disputa de unos 860 kilómetros cuadrados.
La presencia a inicios de junio de la plataforma Energean Power al servicio de Israel en la frontera sur de Líbano con Palestina ocupada avivó la disputa marítima con Tel Aviv, en pausa desde mayo de 2021.
En este contexto, el secretario general de Hizbulah, Hassan Nasrallah, reiteró las capacidades financieras, militares y de seguridad de la resistencia para evitar la exploración de las riquezas de Líbano por parte de Israel.
Para la mayoría de los libaneses, la posibilidad de invertir y extraer gas y petróleo de sus fronteras constituye un aspecto medular para salvar al país de la crisis económica y financiera.
Desde el 29 de junio, los libaneses esperan la integración de un gobierno, tras la reelección de Najib Miqati como primer ministro, y ante el período corto de gestión, pues este mes comenzó el plazo constitucional para el nombramiento del presidente de la República, lo que demandará después del 31 de octubre un nuevo gabinete.
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