«La reina Isabel II fue testigo y participó en los grandes eventos y procesos históricos de los últimos 80 años. Marcó era como jefe de Estado, reinando en convivencia con primeros ministros de diferentes líneas ideológicas», indica Lula en una nota de pesar.
Señala que, en su gobierno (2003-2011), «el Reino Unido y Brasil tuvieron excelentes relaciones diplomáticas, políticas y comerciales, marcadas por la visita de Estado en que ella nos recibió, en 2006. Recuerdo nuestro encuentro en la reunión del G20 en Londres en 2009».
El candidato presidencial del Partido de los Trabajadores a las elecciones del 2 de octubre envía finalmente sus «condolencias a la familia y a todos los que admiraban a la Reina Isabel II en el Reino Unido y en todo el mundo».
Ante la defunción de la majestad, el Gobierno de Brasil apunta en un mensaje que recibió con «profundo pesar» la noticia del fallecimiento y el presidente Jair Bolsonaro decretó luto oficial de tres días.
Una nota del Ministerio de Relaciones Exteriores comunica que, «a lo largo de sus más de 70 años de reinado, la monarca más longeva en la historia del Reino Unido fue símbolo de liderazgo y estabilidad para el país y para el mundo».
Refiere que «su visita en 1968, al lado del Duque de Edimburgo, a Recife, Salvador, Brasilia, So Paulo, Campinas y Río de Janeiro es recordada por el Gobierno y por el pueblo brasileño como marco de la amistad entre Brasil y el Reino Unido».
Elizabeth Alexandra Mary nació en Londres, en 1926, y ocupó el trono desde 1952 como soberana del Reino Unido y los 14 países de la Mancomunidad de Naciones (Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Jamaica, Bahamas, Belice, Granada, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Tuvalu, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda y San Cristóbal y Nieves).
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