La disminución de la incidencia de casos de la mortal enfermedad, altos índices de vacunación y mejor acceso a medicamentos antivirales, permitieron tomar la decisión de suspender de manera gradual las medidas de enfrentamiento a la pandemia, dijo Arden en conferencia de prensa.
Por tanto, el próximo 26 de septiembre cesará la prohibición de entrada a Nueva Zelanda de personas sin vacunación contra la covid-19; pero los viajeros deben realizarse las pruebas de antígeno para detectar el virus del Sars-Cov-2 el primer y el quinto día de su llegada, y si dan positivo, a aislarse una semana, agregó la mandataria.
También quedará eliminada la obligatoriedad de la vacuna para los empleados de centros de cuidado de ancianos y discapacitados y, desde este lunes, la imposición al uso obligatorio de las mascarillas, a excepción de los lugares referidos anteriormente.
El 90 por ciento de la población de Nueva Zelanda posee un esquema completo de vacunación, de acuerdo con cifras estatales.
El país acumula más de un millón 760 mil infecciones por la dolencia desde el inicio de la pandemia en 2020, sufrió a mil 950 fallecidos y permanecen casi 11 mil casos activos, según las propias estadísticas.
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