La iniciativa anterior, rubricada por un valor de mil millones de dólares, formaba parte de un programa global respaldado por la Organización de Naciones Unidas, pero fracasó ante las críticas por su ineficacia.
La protección de los árboles es clave para alcanzar los objetivos climáticos, pero los ambientalistas culpan a Indonesia, hogar de la tercera área de selva tropical más grande del mundo, por una deforestación generalizada al permitir que las empresas despejen la tierra para nuevas plantaciones.
Yakarta afirma ha progresado al reducir la tasa de pérdida de bosques primarios durante cinco años consecutivos y Oslo ahora lo recompensará con contribuciones basadas en resultados para reducir las emisiones, informó el Ministerio de Clima y Medio Ambiente de Noruega en un comunicado.
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