En su reunión ordinaria, el buró político de la fuerza chiita convocó a una consideración positiva de la iniciativa iraní de establecer dos centrales eléctricas en Beirut y el sur con una capacidad de mil megavatios cada una.
La declaración emitida renovó la adhesión a la posición libanesa unificada sobre el tema de la demarcación de la frontera marítima y la insistencia en el acuerdo marco y las negociaciones indirectas en Naqoura, bajo los auspicios de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y a través del mediador estadounidense.
Amal afirmó su compromiso con los mecanismos especiales de trabajo de la Fuerza Provisional de la ONU para la paz en el sur en correspondencia con la Resolución 1701 del 11 de agosto de 2006 que expresa el apoyo al Ejército libanés en el mantenimiento de la estabilidad en la frontera con Israel.
También ratificó los derechos libaneses a proteger su tierra y liberar las zonas ocupadas de las granjas de Shebaa y las colinas de Kafar Chuba por parte de Tel Aviv.
Al abordar la crisis actual, el movimiento reiteró la necesidad de una discusión seria del presupuesto público y la ausencia de un plan de reactivación económica y financiera, a fin de contener el colapso de la moneda nacional y los bajos salarios de diversos sectores.
La dirigencia llamó al gobierno en funciones a tomar medidas excepcionales y de emergencia para enfrentar la problemáticas de vida, especialmente en las puertas del año académico y ante los altos precios de los alimentos, combustible, electricidad y comunicaciones.
En este sentido, el comunicado reclamó la urgencia de formar un nuevo gabinete a pesar de la falta de tiempo y cumplir con las funciones necesarias para detener los daños a los empleados público y privado que continúan en huelga ante la indiferencia del Estado.
Fundado en 1974, el movimiento Amal (Esperanza) lo lidera Nabih Berri, quien ocupa en el presente la presidencia del Parlamento de Líbano por séptima ocasión sucesiva desde 1992, tras la reelección en los comicios del pasado 15 de mayo.
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