Los siete miembros de ese juzgado validaron la decisión del juez Benedicto Gonçalves, quien el fin de semana vetó el uso del material, al argumentar que emplear esos audiovisuales daría ventaja al pretendiente del Partido Liberal frente a los otros aspirantes al poder.
Para el TSE, el uso de imágenes de la celebración oficial en la propaganda tiende a lesionar la igualdad, al hacer «creer que la presencia de miles de personas en la Explanada de los Ministerios, para conmemorar la fecha cívica, sería resultado de la movilización electoral en apoyo al candidato a la reelección».
La corte analizó las acciones presentadas por la campaña de dos de los solicitantes: el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), y la abogada Soraya Thronicke, de Unión Brasil.
El equipo de campaña de Lula solicitó el sábado que el de Bolsonaro no utilizara imágenes de la fiesta patria, después de que el exmilitar fuera acusado, en una demanda presentada en el Congreso, de utilizar representaciones del desfile en Brasilia para abultar el número real de sus adeptos, algo ocurrido también en Río de Janeiro, según informó el diario Correio do Povo.
Arengas electorales del presidente salpicaron el bicentenario de la Independencia que contó, después de dos años, con revista cívico-militar en esta capital y en Río.
La parada de las tropas y otras fuerzas, como la policía, regresó a la conmemoración tras ser suspendida en 2020 y 2021 por la pandemia de Covid-19.
Como era de esperar, el jefe del Ejecutivo, otrora capitán del Ejército, minutos después de encabezar el desfile castrense en Brasilia se dirigió a partidarios y pidió apoyo para permanecer otros cuatro años en el Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo).
«La voluntad del pueblo se hará presente el 2 de octubre. Votemos todos, convenzamos a los que piensan diferente a nosotros, convenzamos de lo que es mejor para nuestro Brasil», afirmó.
Una vez más con verbo agresivo, repitió que el mal gobernó el país durante 14 años (2003-2017), en referencia a las administraciones del PT.
Más tarde, asistió a otra cabalgata militar en el paseo de la playa de Copacabana, en Río, ciudad cuartel para acciones de sus partidarios.
Desde un camión con sonido, Bolsonaro atacó a gobiernos de izquierda en la región y otra vez a Lula, postulante favorito para ganar nuevamente en las urnas, según todas las encuestas de opinión.
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