A pesar de todos nuestros buenos intentos para reducir la tensión en la región, Grecia sigue con sus acciones provocativas, aseveró Akar, al insistir en que Türkiye hace todo lo que está en su mano para evitarlo.
El sabado pasado, dos buques de la Guardia Costera griega abrieron fuego contra una embarcación que se encontraba a unos 17 kilómetros de la costa de la isla turca de Ténedos.
La nave, que contaba con una tripulación de 18 personas, fue atacada cuando se encontraba navegando en aguas internacionales, según informaciones de la agencia de noticias Anatolia.
Türkiye y Grecia, miembros de la alianza atlántica, estuvieron al borde de la guerra en 1996 debido a los reclamos de la parte turca sobre dos islas rocosas griegas deshabitadas, Imia, que Ankara representa en mapas como propias.
Las aguas territoriales de Grecia se extienden a seis millas náuticas alrededor de sus más de dos mil islas en el Egeo, pero Atenas alega tener derecho a extenderlas a 12 millas náuticas, el estándar reconocido internacionalmente.
A su vez, Ankara advirtió a Atenas que tal expansión de sus aguas territoriales sería una razón formal para declarar la guerra.
Por otro lado, Türkiye no reconoce la zona aérea de 10 millas de Grecia alrededor de las islas, al considerar que el espacio aéreo, al igual que las aguas territoriales, está limitado a seis millas náuticas.
Como resultado, cazas turcos invaden regularmente el espacio aéreo y la región de información de vuelo del estado vecino sin proporcionar un plan, mientras Grecia levanta sus aviones para interceptarlos.
Durante el año ocurren miles de casos de este tipo.
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