La colisión entre ambos estados africanos subió de tono la víspera cuando el Consejo de Seguridad Nacional calificó de “chantaje inaceptable” las demandas del gobierno castrense de excusarse, responsabilizarse por el incidente y extraditar a un grupo de malienses refugiados en Costa de Marfil desde 2013.
Costa de Marfil aduce que sus 49 soldados, tres de ellos mujeres, liberadas a principios de este mes, son relevo de un grupo similar que cumple tareas de apoyo a la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de la ONU en Malí (Minusma, siglas en inglés).
El gobierno marfileño anunció que remitirá el caso a la Comisión Económica de Estados de África Occidental, decisión que las autoridades de Bamako califican de “instrumentalización” de la crisis.
Los militares fueron arrestados a principios de julio pasado tan pronto aterrizaron en Mali acusados de ser mercenarios parte de un complot para derrocar a las autoridades castrenses.
La parte maliense aduce que los militares carecen de la documentación requerida o de las órdenes emitidas en estos casos; una fuente de la Minusma admitió que “hubo irregularidades en el despliegue de los militares marfileños”, sin más comentarios.
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