“Una de las crisis que más nos llama la atención, se llama crisis climática, que no es lo mismo que cambio climático. Tenemos que llamar a las cosas por su nombre”, aseguró al exponer el tema Trascender el Divisionismo para Vivir Bien.
Afirmó el vicemandatario que se trata de una crisis provocada por un modelo de desarrollo y no se resuelve con más capitalismo, aunque se pretenda disfrazar este sistema de “verde o economía verde”.
“Tenemos que cambiar el capitalismo”, insistió Choquehuanca ante los legisladores europeos, según una nota circulada a la prensa por la Vicepresidencia del Estado Plurinacional.
Según la fuente, en el auditorio se encontraban el expresidente de Ecuador Rafael Correa, y el eurodiputado español Manu Pineda, integrante de la alianza La Izquierda.
Durante su plática, Choquehuanca criticó el impulso de la economía verde por parte de los países desarrollados.
Aclaró que con ella crean redes para atrapar con mayor sutileza, pero con mayor efectividad, a los países económicamente vulnerables “en una nueva recolonización a través del colonialismo del carbono”, e insistió en la necesidad de debatir estos temas.
El vicemandatario describió que en el colonialismo de carbono los países llamados desarrollados quieren imponer reglas de conducta para enfrentar lo que ellos llaman el cambio climático con la crisis climática, “ignorando principios de equidad, responsabilidades comunes pero diferenciadas”.
Remarcó la importancia de reconocer los derechos de la Madre Tierra porque, según consideró, eso permitiría a la humanidad reencontrarse en el camino de la vida, con la naturaleza y los otros seres vivos de una manera armónica.
Añadió que los seres humanos se alimentan con la leche de la Madre Tierra, y “así como las plantas y los animales, somos criados por la Madre Tierra, somos hermanos y por eso buscamos armonía con la naturaleza”.
En relación con la crisis climática, Choquehuanca identificó como una oportunidad recuperar los códigos de la Wiphala, la cual es una codificación del arcoíris y de las exigencias de la vida hacia el camino de la noble integración.
“Emergen desde las culturas milenarias, códigos que nos permiten abrigar esperanzas de que no todo está perdido. Algunos códigos nuestros ancestros lo han plasmado en nuestra Wiphala, que no es una simple bandera, sino es la codificación del arcoíris. El arcoíris no tiene fronteras, es de todos,”, dijo.
“Cuando levantamos nuestras Wiphalas estamos diciendo queremos hermanar, buscamos armonía”, concluyó el vicepresidente.
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