El ciclón dejó a su paso el domingo por esta isla del Caribe entre 18 y 25 pulgadas de lluvia, dañó carreteras y puentes, además de provocar el colapso del sistema eléctrico que controla el consorcio privado LUMA Energy.
Esta situación se ha concatenado, además, con la falta de agua potable de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), ya que más de 778 mil clientes están sin servicio, indicó su directora Doriel Pagán Crespo.
La lluvia provocó turbidez en las represas y la falta de energía eléctrica ocasionada por LUMA Energy, que al momento solo ha restablecido el servicio a 100 mil abonados de 1,4 millones.
El gobernador de Puerto Rico, Pedro R. Pierluisi, extendió hasta mañana martes el cierre de los planteles escolares y de las agencias públicas, al parecer con la esperanza de que avance el restablecimiento de la electricidad.
Aseguró que la estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y LUMA Energy trabajan en la emergencia y que el sistema se está iniciando con la planta de Palo Seco, lo que avanzará de forma gradual.
Los puertorriqueños experimentan un sentido de desolación por los daños causados por Fiona, que no compara con la devastación del huracán María, hace cinco años, del que no se ha recuperado el país.
Mas que nada, las intensas lluvias y los vientos afectaron las regiones sur y sureste, lo que ocasionó la destrucción de puentes en Utuado (Centro) y de plantaciones de plátano en Salinas (sur) y de café en la región montañosa.
El país sigue bajo aviso de lluvia y de inundaciones, al tiempo que hay desbordamiento de ríos en distintos municipios.
Mientras, la empresa Aerostar informó el reinicio de vuelos, aunque anticipó posibles retrasos en el aeropuerto internacional de Isla Verde, en Carolina, debido a la limitación de personal afectado por Fiona.
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