Reuniones con las máximas figuras del Estado, Parlamento y del Banco Central, así como dialogar con el titular de finanzas y organismos económicos centrarán la agenda de la delegación del FMI a Beirut, luego de la firma en abril de un tratado preliminar para enfrentar la crisis.
Reformar el sector bancario, ley de Control de Capitales y aprobación del prepuesto constituyen exigencias del FMI para avanzar en la implementación del apoyo financiero a Líbano y hasta el momento las normativas permanecen en pausa, reflejó el medio local Al-Joumhouria.
La estancia del personal del FMI a la capital libanesa acontecerá en medio del cierre de los bancos hasta el miércoles como respuesta a los continuos asaltos de los depositantes a las sucursales, quienes reclaman la devolución de su dinero para aliviar las condiciones de vida.
En este contexto, el Parlamento aplazó para el venidero lunes la aprobación del presupuesto general de 2023, tras las controversias e intereses políticos durante los debates de las sesiones plenarias de la semana pasada.
Inflación acumulada de 890 por ciento, un tercio de la fuerza laboral en desempleo, devaluación de la moneda, altos costos de los artículos de primera necesidad y alrededor de 2,2 millones de personas con déficit de alimentación reflejan el agravamiento de la crisis en Líbano, de acuerdo con entidades de Naciones Unidas.
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