El Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados denunció en un comunicado que esas acciones se realizan bajo el amparo de las fuerzas armadas de la vecina nación.
Asimismo, acusó a ese país de cerrar la puerta al diálogo y apostar por la violencia.
En ese sentido, la institución señaló que ayer resultaron heridos 15 palestinos como consecuencia de los ataques de colonos extremistas en el poblado cisjordano de Hawara.
Dos legisladores israelíes criticaron la pasada semana la violencia de ese sector contra los civiles en los territorios ocupados y denunciaron la vinculación de la prensa y el Gobierno con esa estrategia.
“Los colonos invaden, atacan y se hacen pasar por víctimas”, afirmó en Twitter la diputada Aida Touma-Sliman.
Mientras, el parlamentario Ofer Cassid, del izquierdista partido Hadash, afirmó que “la cooperación entre el terrorismo de los colonos y las fuerzas de ocupación es cada vez más fuerte”.
En un informe presentado en enero último, el Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados (B’Tselem) alertó que la violencia de los colonos es otro método utilizado por la vecina nación para controlar la tierra en la margen occidental.
Ellos ejecutan una variedad de actos que incluyen agresiones físicas, lanzamiento de piedras, amenazas y hostigamiento, daños a árboles y cultivos, vandalismo de automóviles, bloqueo de carreteras e incluso disparos de munición real, cuestionó B’Tselem.
Según cifras oficiales, unos 490 mil colonos israelíes viven a lo largo y ancho de Cisjordania y otros 290 mil en Jerusalén Este, zona ocupada desde la guerra de 1967.
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